de los titulares de las centrales nucleares españolas con los
resultados iniciales de las pruebas de resistencia, siguiendo el
calendario establecido por el organismo regulador español en
coordinación con los demás reguladores europeos.
Estas pruebas reevalúan los márgenes de seguridad de los sistemas de
protección existentes en las instalaciones nucleares españolas e
identifican mejoras adicionales para mitigar accidentes por encima de
las bases establecidas en el diseño inicial de las centrales. En el
ejercicio se han contemplado situaciones más allá de lo contemplado
en las bases de diseño sobre: inundaciones, terremotos, accidentes
severos o pérdida de la refrigeración de las centrales nucleares.
El próximo 15 de septiembre el organismo regulador español enviará a
la Comisión Europea un informe preliminar en el que se recogerá su
análisis inicial sobre la documentación remitida por las instalaciones
nucleares.
Posteriormente, el 31 de octubre, las empresas operadoras de las
centrales enviarán al Consejo los resultados completos de las pruebas,
así como la documentación de soporte correspondiente. Por último, el
CSN deberá enviar a la Comisión Europea su informe definitivo, antes
del 31 de diciembre del presente año.
El alcance técnico de las pruebas de resistencia se definió teniendo
en cuenta escenarios que se produjeron en el accidente de la central
nuclear Fukushima (Japón), y en los que coinciden varios sucesos
iniciadores y fallos múltiples.
De este modo, el parque nuclear español ha basado su reevaluación en
los siguientes aspectos:
Riesgos sísmicos: todas las plantas deben justificar el margen
sísmico de que disponen por encima del sismo contemplado en su base
de diseño, e identificar las acciones que se deberían adoptar en caso
de que se superaran esos valores.
Riesgos de inundaciones relativos a rotura de presas, grandes
precipitaciones o avenidas de agua procedentes de los ríos o embalses
cercanos a la instalación.
Escenarios de pérdida de alimentación eléctrica y de pérdida de
sumidero final de calor. Este apartado contempla tanto la pérdida
total de la alimentación eléctrica como la combinación de los dos
supuestos mencionados.
Gestión de accidentes severos: Se evalúan los medios de que
dispone la central para hacer frente a situaciones extremas en las que
se haya producido daño al núcleo del reactor; medidas disponibles para
mantener las condiciones de refrigeración de las piscinas de
almacenamiento de combustible gastado, y capacidades de prevención o
mitigación de la pérdida de la integridad de la contención.