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6/14/2017

rLa Guardia Civil denuncia a tres vecinos de Tarragona por capturar jilgueros



 El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Tarragona (SEPRONA), sorprendieron el pasado sábado a tres furtivos vecinos del barrio de Campo Claro (Tarragona), de 32, 33 y 43 años, cuando intentaban capturar jilgueros con artes prohibidas en el paraje conocido como Camí Ranxero del término municipal de l'Aldea (Tarragona).


Los hechos sucedieron en un área privada de caza de l'Aldea, durante la prestación del servicio orientado a la protección de la flora y la fauna, la Guardia Civil localizó instalada en el terreno rural abierto varias varillas impregnadas con pegamento y a su alrededor 4 jaulas con jilgueros vivos utilizados como reclamo. Estas aves fringílidas sirven para atraer a las aves de la misma especie hacia las trampas.


El sistema utilizado consiste en atraer a las aves con los reclamos vivos, para que se posen en las varillas, donde quedan atrapados al quedarle las patas impregnadas en el pegamento impidiendo el vuelo, para posteriormente recogerlos y destinarlos a la venta ilegal.


Próximos a la zona de captura se localizaron tres personas, las cuales manifestaron que los artilugios instalados eran de su propiedad y que no contaban con ningún tipo de autorización, por lo que fueron denunciados ante el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Natural de la Generalitat de Catalunya, por infringir varios conceptos de la normativa relacionada con la protección de animales y la conservación de la flora, la fauna y la biodiversidad.


Se incautaron varios ejemplares de jilguero y pardillo común, los cuales fueron liberados en su medio natural.


Cabe resaltar que, las especies de aves fringílidas, como el jilguero, el verderón y el pardillo común no se encuentran catalogadas como amenazadas, pero gozan de un régimen de protección general, contemplando la posibilidad de autorizar su captura sólo de forma excepcional, para ello se deben cumplir unas condiciones determinadas entre las que figuran: estar en posesión de una tarjeta federativa, pertenecer a una sociedad cantora de pájaros, poseer licencia de caza tipo B sin arma, contar con autorización nominal expedida por la Generalitat de Catalunya y estar autorizado por el titular del coto para el desarrollo de la actividad.